En un acto sin precedentes de acuerdo a su investidura, Sebastián Piñera visitó el cuartel de fuerzas especiales de carabineros horas antes de conmemorarse el 25 aniversario del asesinato, a manos de ese cuerpo policial, de dos jóvenes hermanos en Villa Francia. En ese lugar, el presidente resaltó el "pleno apoyo y respaldo con que contarán las policías de parte del gobierno".
Ese espaldarazo venía como anillo al dedo a quienes dirigen la represión, pues desde una semana antes de la fecha a conmemorar, patrullas policiales, apoyadas por tanquetas y helicópteros, habían desarrollado acciones tendientes a detectar eventuales protestas, procediendo a detener, fichar y amedrentar a ciudadanos de sectores aledaños al lugar del crimen.
A la noche siguiente, en medio de manifestaciones tanto en Santiago como en otras ciudades, hubo un centenar de detenidos, y los medios de comunicación, adictos a los inquilinos de Palacio, no escatimaron palabras para felicitar "la oportuna acción de fiscalías, vecinos, policías y gobierno", tal como lo señalara tanto la cadena de El Mercurio así como Copesa.
En su editorial, el diario de Agustín recordó que, en 2006, con ocasión de marchas promovidas por escolares y en las que periodistas, reporteros gráficos y manifestantes fueran brutalmente golpeados por efectivos de fuerzas especiales, "lo que le costó el puesto al comandante a cargo de esas fuerzas, razón por la cual carabineros muchas veces no se atrevía a actuar con la debida rapidez cada vez que se producía un ilícito". Lo que El Mercurio, en verdad, quiere decir, es que durante los años en que gobernó la Concertación hubo premeditadamente una suerte de sabotaje institucional a los sucesivos gobiernos de la época para así, conjuntamente con las mismas fuerzas civiles y militares que propiciaron el golpe militar en 1973, justificar una supuesta escalada violentista y respaldar más represión. Lamentablemente, la Concertación al igual que una buena parte de la ciudadanía, bombardeada por las "noticias e informaciones" de los medios de comunicación en manos dela derecha, crearon el fantasma de la inseguridad ciudadana, y hoy vemos con que ganas el actual gobierno declara toque de queda previo a manifestaciones y saca a miles de carabineros a las calles.
Lo acontecido recientemente es una clara muestra de lo que se viene en materia de control ciudadano. La noche y madrugada del 29 de marzo, no solamente policías y militares coparon las ciudades; también fiscales estuvieron en comisarías y cuarteles "para agilizar trámites de detención". Ojalá esos mismos fiscales hubiesen sido tan diligentes en otros casos -y ni siquiera me refiero al período de la dictadura- tales como la desaparición de jóvenes en Alto Hospicio, Iquique, que previo al descubrimiento de la verdad, fueron estigmatizadas como prostitutas o mujeres que hicieron abandono del hogar en forma voluntaria. Tampoco han estado los fiscales en dependencias policiales cuando jóvenes son golpeados por carabineros o mujeres maltratadas por sus esposos, ni cuando curas pederastas han abusado de niños o ni siquiera
A un mes del 1º de Mayo, tradicional fecha de movilizaciones sociales, será un "gallito" interesante, pues lo más probable es que el gobierno, en colusión ideológica con las fuerzas represivas, intente aplastar un malestar social que recién comienza, y que será más violento que cualquier terremoto.
1 comentario:
hace tiempo que no veo algo nuevo
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