miércoles, 29 de octubre de 2008

Réquiem para el patrón

Con los ojos llorosos y más ojeroso que lo habitual, Kike Morandé, "rostro" del canal privado Mega, conocido pinochetista y empresario farandulero, además de martillero, dueño de viñedos y otras firmas, señaló a medios de prensa que lo entrevistaron que la muerte de Ricardo Claro Valdés, propietario de ese canal, Compañía Sudamericana de Vapores, Cristalerías Chile y un largo etcétera, le había impactado profundamente. Similares y sentidas palabras tuvieron el cura Medina, su "partner" Raúl Hasbún y amplios círculos de la CPC, de la UDI y lo más rancio de los dueños del país, entre otros. Hasta la propia Presidenta de la República de Eufemistán (léase Chile), envió condolencias desde Costa Rica. En Mega, basurero que recogió a periodistas y seudoperiodistas adictos a la tergiversación, la mentira y la delación en contra de colegas, a conductores, comentaristas y libretistas que también sirvieron, de una u otra forma, al régimen de Pinochet, y hasta artistas de toda laya, repasó en imágenes y palabras -cuidadosamente pronunciadas por un empaquetado Bernardo De la Maza- la "vida y obra de un emprendedor, un hombre noble, apegado a la doctrina de la iglesia católica..."
Lo que no se dijo fue que Ricardo Claro, el 17 de septiembre de 1973, siendo presidente del directorio de Elecmetal, participó junto a Patricio Altamirano, delegado de la junta militar, y a otros dueños de la mencionada fábrica -que volvió a manos de sus dueños luego de haber estado en poder de los trabajadores durante la Unidad Popular- entregó a carabineros y militares a los dirigentes sindicales José Devia Devia, José Maldonado, Augusto Alcayaga, Juan Fernández Cuevas y Guillermo Flores. Todos brutalmente torturados y posteriormente asesinados.
Tampoco se mencionó que el ahora occiso integró el gobierno militar desde el 12 de septiembre del mismo año 1973, en calidad de asesor del canciller, contraalmirante Ismael Huerta, a quien acompañó a Washington, a la asamblea de Naciones Unidas donde el generalato criollo intentó explicar los motivos del golpe y obtener apoyo internacional. Posteriormente, y con ocasión de la asamblea de la OEA en Santiago, en 1976, donde Claro fue coordinador del evento que reunió a delegados de los países integrantes, los DC Jaime Castillo Velasco y Andrés Zaldívar, miembros de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, hicieron llegar a los ilustres visitantes extranjeros por vías hasta hoy poco conocidas, documentos que probaban la tortura, desaparición y muerte de centenares de chilenos. Lo anterior motivó que el señor Claro, a través del diario El Mercurio, La Segunda y otros medios, tratara a Castillo Velasco y Zaldívar (Andrés, el chiquitito , no Adolfo, el colorín) de traidores, lo que derivó en la expulsión del país del primero y la prohibición de ingreso a Chile del segundo.
Por cierto, y en un ejercicio de la memoria (¡que bella frase aquella de que "el olvido está lleno de memoria"!) se echará tierra en Mega, la cadena de El Mercurio y Copesa y tantos otros, al capítulo que revela la participación del connotado difunto en la tortura, desaparición, muerte y encarcelamiento de miles de hombres y mujeres a bordo del buque-cárcel Lebu, propiedad de la Compañía Sudamericana de Vapores (es decir, de Ricardo Claro), nave facilitada, al igual que el Maipo, a los represores tanto para el traslado de prisioneros hasta Pisagua como para sesiones de interrogatorio y tortura.
En ese sentido, para qué nombrar el episodio ocurrido el 23 de agosto de 1992, cuando Ricardo Claro, apoyado en una grabación de la ya mítica, casetera Kyoto, permitió que en un programa televisivo que se transmitía en vivo, se oyera la voz de Sebastián Piñera (¡sí, el mismísimo, el candidato sonriente, dueño de LAN, también emprendedor y que sube en las encuestas a las próximas presidenciales !) pidiera a su amigo Pedro Pablo Díaz que "dejara a Evelyn Matthei como cabra chica ridícula....". La Evelyn (¡tan linda ella, con esa dentadura y cabello rubio natural espléndidos, autoproclamada senadora y actual pre candidata a todo de la UDI, partido al cual se mudó, desde RN, una vez hecha pública la disputa entre ella y Sebastián, fue castigada por su partido por 10 años. El Seba, por 12 meses. La propia inteligencia militar chilena entregó copia de la grabación a Ricardo Claro y a Evelyn.
También se eliminarán comentarios en los medios de comunicación acerca de un conciso y valiente reportaje publicado en el diario La Nación en diciembre de 2004, bajo el título de "La cara civil de la tortura: los top ten", aparecen vinculados a violaciones a los derechos humanos, entre otros, Ricardo Claro, el cura Raúl Hasbún, el también finado senador UDI Jaime Guzmán, Sergio Onofre Jarpa, padre de RN, ex integrante de la dictadura, Jovino Novoa, Agustín Edwards, "el Dunny", chapa con que se le conocía en esferas de la CIA norteamericana -además de benefactor y amante de los caballos fina sangre, el rodeo y otras peculiaridades nacionales-. Tal osadía periodística motivó una queja formal de parte del gobierno concertacionista y le fue dada a conocer al director del medio, Francisco Aleuy, por parte del vocero de Palacio, Francisco Vidal "por su forma y fondo". Felizmente, tras años de alegatos, el medio y los periodistas a cargo del reportaje fueron declarados inocentes de los cargos de "daño moral con publicidad" que interpusieron abogados de Claro y los demás personeros mencionados en las páginas de La Nación. La querella, que habría engrosado el abultado patrimonio de Claro y sus secuaces en mil millones de pesos no prosperó. Lo singular del caso fue que el extinto empresario presentó, en calidad de testigos a su favor en el juicio por "daño moral", a Fernando Flores (alguna vez, subsecretario de Salvador Allende, y que hoy lidera las huestes derechistas) y al colorín Adolfo Zaldívar, con quien Ricardo Claro compartió las últimas horas de su vida presenciando "Las bodas de Fígaro".
En definitiva, es probable que justo cuando escribo estas reflexiones y aporto algunos datos para la memoria, en La Moneda estén debatiendo quién representará al gobierno en los funerales de tan respetable caballero; Moreira y los jefes UDI, planchando sus Armanis de discreto tono;las jovencitas del programa Mekano, de Mega, -programa estrella de vapuleo y exhibicionismo machista donde casi desnudas ofrecen las adolescentes su carne fresca al espectador ávido de productos desechables y baratos de fácil consumo, buscando tenidas más formales para la ocasión.Y los ejecutivos de Mega, después del lloriqueo, insistirán en no mostrar en pantalla cualquier campaña destinada a prevenir la propagación del VIH-Sida, mencionar la palabra condón o aceptar todas las libertades, la diversidad y participación en la construcción de un país de verdad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Qué pluma más afilada!
¡Qué buen texto!
Si fueras más ordenado de mente, menos orate y simplmente con un poco de autodisciplina, serías un gran cronista y escritor.
Pero a lo mejor, si fueras de otra manera, escribirías como el hoyo.
Saludotes.
Pancho.