viernes, 18 de diciembre de 2009

Cambio climático y elecciones en Chile

Mientras en Chile las huestes concertacionistas y el piñerismo-pinochetismo se aprontan para una segunda vuelta electoral que dirimirá quién dirigirá el destino de este país por los próximos 4 años, en Copenhage, capital de Dinamarca, millones de personas apagan las luces y sus teléfonos celulares para expresar su repudio a los desacuerdos entre líderes de más de 100 naciones reunidos en la Cumbre de Naciones Unidas sobre el cambio Climático. En las calles de la misma ciudad que vio jugar, crecer y escribir a Hans Christian Andersen, autor de La Sirenita, cuento infantil publicado en 1837, la policía reprime con dureza a miles de manifestantes que, desafiando el intenso frío escandinavo, luchan por hacer oir sus voces en defensa del planeta Tierra. Más de mil 200 personas encarceladas en las últimas 72 horas dan cuenta de ello mientras el arzobispo sudafricano Desmond Tutu, quien obtuvo el Premio Nóbel de la Paz, señala que "o nadamos juntos, o nos hundimos juntos", en clara referencia al calentamiento global, el aumento en el nivel del mar y la inminente desaparición de países e islas en distintas partes del mundo.
En el encuentro, que se desarrolla en el centro de convenciones Bella Center, han surgido conceptos nuevos, que marcarán un antes y un después a contar de los próximos meses: justicia climática y refugiados climáticos, así como se ha reafirmado la convicción de que Estados Unidos de Norteamérica es, históricamente, el mayor villano en lo que a contaminación se refiere, y que China, con sus mil 300 millones de habitantes, pugna por alcanzar un desarrollo industrial y tecnológico sin precedentes, aun a costa del deterioro global, pues sus emisiones de dióxido de carbono se incrementan cada vez más, convirtiéndose en una amenaza para la salud pública.
Las jornadas de discusión han develado también las enormes diferencias entre los países industrializados del norte y las naciones globalizadas del sur, entre las cuales Chile registra domicilio. Las emisiones de carbono en nuestro país, ínfimas si se comparan con las de países como Estados Unidos, Francia, China o Rusia, ni siquiera son registradas, pero existen proyectos de construcción de centrales termoeléctricas y plantas a carbón que, a mediano plazo, convertirán a este país en un emisor del nocivo elemento. Tales planes han estado siempre en los programas económicos tanto de Sebastián Piñera como de Eduardo Frei, quienes están a menos de un mes de hacerse con el sillón presidencial en La Moneda. Ante tal situación e independientemente del resultado del balotaje, sería positivo que las diezmadas fuerzas de izquierda y centro izquieda chilenas, acordaran una plataforma común que impidiera el acceso de la derecha al gobierno, y que uno de sus pilares fundamentales, además de las exigencias ya planteadas respecto de derechos humanos, seguridad social, sindicalización, verdad y justicia, asamblea constituyente, entre otras, fuese la exigencia de medidas efectivas que permitan a la humanidad legar a las futuras generaciones un planeta limpio, más solidario, fraterno y acogedor.

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