martes, 6 de noviembre de 2012

Elecciones municipales en Chile: el hastío ciudadano




Casi un 60 por ciento de potenciales electores se restaron del ejercicio cívico durante las recientes elecciones municipales chilenas, abstención que, pese a la modalidad de inscripción automática y voto voluntario, no sedujo a los casi 5 millones de nuevos inscritos.

La clase política –entre quienes se cuentan a verdaderos clanes familiares, con uno o más miembros en cargos públicos, el Senado, la Cámara de Diputados y distintos servicios del Estado- se muestra preocupada, pues la desligitimización de la política le quita sustento a esa actividad, con escasa participación popular.

Lo anterior no debiese extrañar a nadie, en un país que administra la herencia de la dictadura, con un sistema binominal perverso, que ahuyenta a un electorado que elije cada cierto tiempo entre rostros provenientes de la farándula criolla, verdadero semillero de los partidos de derecha y extrema derecha, y una Concertación desgastada, sin ideas.
Los afiches de campaña, lejos de ofrecer propuestas o programas, mostraban caras viejas “fotoshopeadas”, que no revelaban a qué conglomerado político pertenecían, ni ideas. Sólo sonrisas y eslóganes huecos.

La juventud, buena parte de ella movilizada en las demandas estudiantiles de 2011, se quedó en casa, no sufragó o se dedicó a “funar” las mencionadas elecciones, advirtiendo que está harta de esa casta política apernada en el poder, que obtiene jugosas dietas, las que superan con creces la de sus homólogos de varios países de América Latina y el mundo. Un parlamentario chileno gana no menos de 30 mil dólares al mes –en un país donde el salario mínimo asciende a 400 dólares mensuales-

El cansancio de la ciudadanía con la dirigencia política es notorio y justificado, sobre todo si se considera que un senador hace carrera y puede ser reelecto por varios períodos, sumando hasta 30 o más años en ejercicio, acumulando, por ende, un apequeña fortuna que no es tan pequeña. 30 mil dólares mensuales durante 24 o más años es como sacarse la Lotería al menos una vez por año.

Sumado a lo anterior, existen parlamentarios designados, y aunque nadie votó por ellos, pueden mantenerse legislando durante gran parte de su vida laboral, para luego volver a la actividad privada. También ex comandantes en jefe de alguna de las ramas de las fuerzas armadas y de carabineros, que hoy ostentan cargos públicos, obviamente representando a la derecha.

En 2013 habrá elecciones presidenciales y parlamentarias y se espera también que la abstención sea masiva, pese a retoques superficiales de nuestro sistema político y económico, que para muchos países se exporta como modelo a seguir pero para quienes vivimos en esta larga y angosta faja de tierra debe ser modificado en su estructura, donde la representatividad sea real.

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